La mayoría de nosotros estaremos familiarizados con el término «downswing», que hace referencia por decirlo de alguna forma a una mala racha que no va de acuerdo con lo que podríamos esperar en nuestros resultados.
Aunque los «downswings» son algo que podríamos llamar, real, si existe, pues las desviaciones matemáticas a un resultado esperado existe, y es lo que conocemos como varianza y esta existe tanto en sentido positivo, dándonos más dinero a ganar que del que cabría esperar debido a nuestro juego, como en el sentido contrario, dándonos a perder más dinero del que habría tenido que ser.
Tirando una moneda al aire sabemos que tiene 50% de probabilidad de caer águila y otro 50% de caer sol. Pero puede caer sol dos veces seguidas, por supuesto. Esto es por que la muestra de dos tiros es extremadamente pequeña. Si arrojamos la moneda al aire 1,000 veces comenzaremos a ver una distribución que se acercará más a los resultados esperados, es decir, estaremos reduciendo el factor de la varianza. Y si la muestra se eleva a un millón de tiros, los resultados se acercarán todavía mucho más a la distribución esperada. Lo mismo sucede en el mundo del póker.
Si nos sentamos a ver una muestra de 100 manos y sentirnos infelices por que perdimos los USD$20 que depositamos, pues definitivamente nos estaremos haciendo nuestra vida en torno al póker infeliz y con un panorama devastador. Una muestra de 100 manos es casi el equivalente a tirar la moneda solamente dos veces. Si apostamos 100 pesos a que cae sol, esperaríamos ganar una y perder otra, es decir, salir a mano. Pero puede pasar que caiga dos veces águila y perdamos 200 pesos. Y también que caiga dos veces sol y ganemos 200 pesos. Es poco probable, pero puede ocurrir. Lo mismo con la muestra de 100 manos.
De modo que en realidad el error lo estamos cometiendo por partida doble: por un lado al contemplar una muestra tan pequeña de manos jugadas para evaluar un resultado y segundo, jugando póker pensando directamente en resultados,
Cuando jugamos al póker debemos de enfocarnos en desplegar un juego estratégicamente correcto la mayor parte del tiempo posible. Solamente así vamos a generar el valor +EV en nuestro tiempo en las mesas y a largo plazo, veremos un saldo positivo en nuestro cajero.
¿Qué las cosas no han salido bien como esperábamos? Pues eso forma parte del póker en si mismo. Debemos acostumbrarnos a que muchas, pero muchas veces las cosas no van a salir como lo esperamos y pueden haber enormes variaciones tanto para abajo como para arriba en nuestros resultados. Y cuando van para arriba, no significa que somos unos semi-dioses del póker invencibles ante cualquier oponente, ni tampoco cuando van para abajo debemos pensar que somos un asco en el juego y que no tiene sentido la vida.
Lo que hay que hacer es seguir trabajando en nuestro juego, seguir aprendiendo y no enfocarnos tanto en los resultados dentro del corto plazo. Eso lo dejamos para el largo plazo y por largo plazo nos referimos a cientos de miles de manos… el tiempo que nos tome en alcanzarlo dependerá de cuanto tiempo le dediquemos a la semana y si jugamos en línea o en vivo, pues como ya hemos visto, el volumen de juego cuando jugamos en línea es abismalmente mayor que cuando solo jugamos en vivo y por lo tanto técnicamente el largo plazo podrá llegar mucho más pronto.
Así que ya lo saben, no se emocionen por resultados extraordinarios en un breve periodo de tiempo ni tampoco se decepcionen del mismo modo por resultados no tan buenos como esperaríamos.
Si quieren profundizar más al respecto pueden buscar el video de Fabián Pichara en Youtube hablando respecto al tema y empleando su propia terminología y conceptos para explicarlo.
Lo importante será siempre la constancia y disciplina en las mesas y hacer las cosas lo mejor posible la mayor parte del tiempo.
¿Y qué es hacer las cosas bien jugando al póker? Bueno, pues esa ya es tela para cortar en otra publicación, o publicaciones.
