La etiqueta en las mesas de póker.

Hablar de etiqueta en una mesa de póker es sin duda un tema importante pues cuando las emociones entran en juego, puede salir nuestro lado más feliz y carismático si vamos runeando bien, pero también puede salir nuestro lado más obscuro cuando no nos están saliendo las cosas tan bien como quisiéramos.

Hay algunos jugadores que utilizan un mal comportamiento en la mesa como un tipo de estrategia para desconcentrar a sus oponentes e inducirles a cometer errores. Pero… ¿está permitido?

Sinceramente no debería de estarlo. Puede ser que sea un tipo de estrategia ingeniosa, pues muchos jugadores tendrán dificultades en jugar equilibradamente cuando se les está provocando directamente y de forma constante. Lo he visto frecuentemente en ambos medios, tanto en vivo como en línea, aunque lo molesto es particularmente mucho más notorio en el primero de ellos. Muchas ocasiones lo vi e incluso fui blanco de agresiones e intimidaciones en alguna que otra ocasión y la verdad es que es algo bastante desagradable.

En el póker en línea también ocurre, aunque es relativamente algo mucho más sencillo de controlar. La gran mayoría de las salas tiene la posibilidad de restringir el chat a los jugadores que son reportados en varias ocasiones y que utilizan lenguaje agresivo y con insultos. Se les llama la atención en una primera instancia, y a la siguiente, su chat se suspende por un par de semanas. Si vuelven a caer en el mismo comportamiento, la sala opta por suspenderles esta característica de forma definitiva y asunto arreglado.

Pero en el póker en vivo es un tema mucho más complejo. Primero, habría que destacar que no es lo mismo el póker en nuestro país, que en los EE.UU. o en Europa pues las regulaciones en torno a todos los aspectos del juego son distintas. Posteriormente, deberíamos considerar también una diferencia entre el entorno que se crea en torneos y el que se crea en partidas de efectivo.
En lo que a torneos refiere, el ambiente es más propio de una competición y por lo tanto hay un poco más de control y regulación al respecto. Es mucho más factible que un jugador con mal comportamiento sea expulsado rápidamente durante un torneo a que ocurra lo mismo en una partida de efectivo. ¿Por qué? Creo que los mismos administradores de las mesas juegan un papel importante en ello al permitir malos comportamientos más de lo que deberían. La razón frecuentemente gira en torno a que no quieren perder a ese jugador ya que posiblemente sea un jugador que asiste de forma muy frecuente a las mesas y que tiene dinero para gastarlo en el juego. Y ese es el perfil que generalmente desarrolla ese tipo de comportamientos inapropiados.

La resolución en todos los casos debería de ser estricta para cualquier tipo de mal comportamiento: una llamada de atención y si vuelve a repetir la mala conducta, invitarle amablemente a retirarse de la mesa. Si se niega, pues debería de haber personal de seguridad que lo retire procurando no poner en riesgo la integridad de ninguno de los demás participantes de la partida. Y obviamente si se llega a ese término, no deberían de volver a permitirle a ese jugador volver a ingresar al casino.

Les comparto este video con el jugador Eric Molina como protagonista y que en el Evento Principal de la WSOP en el 2006 mostró un comportamiento totalmente inapropiado en la recta final del evento, cuando Jamie Gold estaba como líder en fichas y finalmente terminaría por coronarse campeón con un premio de USD$12,000,000 cuando venció en el mano a mano a Paul Wasicka.

El mismo Norman Chad, que estaba comentando para el programa, no daba crédito al mal comportamiento de este joven jugador que se había enrollado en un enfrentamiento contra el mismo Jamie Gold, quien dio muestra de un excelente autocontrol manteniendo la calma incluso cuando Molina le provocó aventándole una ficha a su lugar.

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