Hay ocasiones en las que nos enfrentamos a una decisión difícil en el river. Tenemos una mano de fuerza media, incluso baja, estamos mano a mano contra nuestro oponente, que sabemos perfectamente que es capaz de lanzar apuestas fuertes incluso con aire puro.
De modo que la situación está pareja, podemos ir ganando con nuestra mano marginal, pero también cualquier mano que tenga que no sea un completo bluff, nos gana… ¿Pagamos?
En esta ocasión, la mano es entre Doug Polk y Bill Perkins, quien es conocido por su juego bastante suelto y además agresivo. Es perfectamente capaz de lanzar gigantescos bluffs con aire puro, como ocurre en esta mano.
La partida de cash de altas apuestas tiene sede en el Lodge Card Club en las afueras de Austin, Texas en donde Polk recientemente se mudó a vivir.
Las apuestas obligadas son US$200 / $400 y el juego está siendo muy suelto con cantidades importantes de dinero sobre la mesa. Perkins tiene alrededor de US$560.000 mientras que Polk, un poco menos con unos US$540.000.
Tras varios limpers en la mano, Polk abre a US$1.200 desde el BTN con Q♥️ 8♥️. No es una mano muy fuerte, pero es bastante jugable y dada la situación, un movimiento bastante estándar. Perkins está en la ciega pequeña y hace un 3Bet a US$7.000 con su K♣️ 6♣️, al parecer conoce bien el juego de Polk y que es capaz de abrir un rango muy amplio, como efectivamente hace.
Todos se quitaron de en medio y Polk pagó para ver el flop:
Flop: 2♦️ 9♦️ 4♥️
Ninguno conectó nada con las tres primeras comunitarias. Perkins hace una Cbet por otros US$7.000 y Polk le paga en automático.
Turn: 8♠️
Ahora si, Polk tiene la mejor mano, pero es una mano bastante débil. Prácticamente solo funciona como un bluff catcher contra manos como A 10, A J o A K. También A Q es una posibilidad, aunque Polk bloquea esa mano al tener una dama de corazón en su juego.
Perkins sigue con la línea y vuelve a apostar, ahora US$12.000, que Polk se ve tentado a pagar.
El pozo ya es de US$42.000 y llega la última carta comunitaria, que complica todo:
River: 6♦️
Este river es muy complicado, pues completa muchos proyectos a color y a escalera. De modo que la mano de Polk, que de por si era bastante débil, se vuelve ahora todavía peor. Todos los posibles semi-bluffs a los que podía ir ganando pudieron completarse con esa quinta calle y Perkins lo sabe, de modo que dispara un tercer barril por US$25.000.
Polk también sabe que Perkins es capaz de hacer eso con aire puro, de modo que tiene una decisión bastante difícil que tomar. Como no pudo resolverlo por su propia cuenta, entonces decidió que lanzar un «volado» era la mejor opción.
Un momento bastante divertido, por cierto, que pueden ver aquí mismo:
